* Agradecer a Hechicero su paciencia conmigo y su confianza en mis posibilidades, que me ha llevado a completar un reto que ni imaginaba



* Animar a los que lean esto a plantearse retos grandes, porque si te lo propones y en buena compañía, se pueden superar y disfrutar en el intento.
* Agradecer a todos los que asistimos el domingo a la ruta, compañeros que hacen de esta ruta algo más especial, si ello es posible. Además de Hechicero, gracias a Guti, JAS, María dos Ruedas, Jose y Califa


La ruta en dos palabras es salir de Málaga en bici y llegar a la estación de esquí de Sierra Nevada (Pradollano), volviéndose en coche. Previamente hay que haber dejado vehículos allí así que hay que contar con un fin de semana entero para hacerla. Alguno más detalladamente:
* Hay que hacerse Málaga - Almuñecar tranquilo porque hay que empezar el primer puerto del día con ganas de pedalear.
* El Mirador de la Cabra, primer gran puerto de la jornada. Aproximación tipo Pirineos (que lo explique Juanma

* Tras el puerto un sube-baja y un corolario del puerto con paisajes espectaculares como de alta montaña.
* Ahora sí, tras ese segundo hito, bajada laaaarga con entrada en Granada por el Suspiro del Moro. Hasta aquí hay que llegar con ganas de bici, como si estuvieras en el km 20 de una ruta habitual porque queda aún mucha tela.
* Armilla y entrada en Granada por el Museo de las Ciencias. En este tramo se puede recuperar muy bien, pero ojo, que engaña porque las paradas en los semáforos y el callejeo hace que parezca que han vuelto las fuerzas y ahí llevas unos 150Km y las piernas no están para muchas alegrías.
* Se pasa por el mismo paseo del Salón y se encara la carretera antigua de la Sierra, llegando a Cenes. Aquí es donde habíamos dejado los coches y es parada obligada para coger algo de abrigo. Habíamos salido con cierto fresco de Málaga, pero arriba en la Sierra anunciaban 9 grados e incluso nieve en el Veleta. Además en los coches dejamos algo de comida. Rectifico, barritas y porquerías varias.
Aquí, como explica Hechicero, hay que parar lo menos posible porque si no, el coche te abraza y es imposible arrancar de nuevo.
* Por aclamación popular de los únicos dos que aún tenían algo de sangre en la cabeza (Jose y Juanma), salimos de Cenes por la carretera antigua y luego empalmamos con la nueva. Un acierto. Ese tramo es espectacular y muy tranquilo. Pero además, te hace más corta la laaaarguísima subida que aún queda (y a mí me pareció en la bajada en coche que te evitas incluso algún rampón).
* Último plato: la subida a Sierra Nevada. Aunque paramos en la gasolinera antes del Dornajo, es una subida a la que hay que echarle mucha cabeza porque es subir de un tirón y con rectas interminables y anchas. Tú y tus circunstancias, sin nada más, durante kms y kms. Además con señales que te recuerdan periódicamente lo que te queda. Sin embargo, yo tengo que decir que la disfruté. Me gustan los puertos largos porque soy de los ponerse un ritmo y dar pedales. No puedo decir que sea la edad, porque la explosividad nunca ha estado en mi vocabulario

Llegar arriba tras 195Km y habiendo culminado el reto me ha dejado una sonrisa que me durará varios días. He hecho otras cosas antes que me dejaron una sonrisa parecida, pero esta ruta tiene algo mágico.
Por último, algunas fotos de este gran día: