Otra subida al Veleta para contar a los nietos, si es que tengo nietos, si los nietos quieren oírla y si las mellas entre los dientes me permiten contarlo con un mínimo de comprensión

. A una hora intempestiva me recoge Javi (Javierflo) en mi casa, sobre las 5:20 de la mañana

, y como antes había desayunado y además, había soltado la cena anterior con más pena que gloria mirando al infinito y quedándome dormido sobre la taza del water(toilet) , pues gracias a que me levanté con suficiente margen de tiempo, pudimos llegar a tiempo para esperar un buen rato a que el autocar llegara, que supongo yo, que el conductor debió dormir más que yo sobre el inodoro.
Comenzamos a cargar las bicicletas, unos en la bodega del bus, otros en el remolque y tras comprobar en un alarde de inteligencia que la razón de que hubiese menos bicis que personas no se debía a que se hubiese quedado alguna en tierra, sino a que el conductor no llevaba

, reemprendimos la marcha hacia nuestro destino.
El trayecto se desarrolla sin novedad, con Luis (el Viejo) callado, sin hablar nada

, y con un sospechoso mejunje blanco sobre el bigote que los personajes de alrededor sospecharon con muy buen criterio y muy mala leche que podía deberse a excesos de la noche anterior.
Llegamos a la no sequé de la Hoya, lugar de salida, y tras recoger la mochila, el casco, guantes, bidones, gafas e incluso algunos hasta la bici, nuestro gran anfitrión Fali (Falyon) comienza a repartir, como obsequio por parte del club, plátanos y dátiles y billetes de 50 euros

, esto último solo para los miembros de la junta y organizadores

, y como yo, que estoy mal hecho, tengo alergia a la fruta, nuestro gran presidente, a medias con el forero Maverick y con la ayuda de Isidro, tienen a bien regalarme un paquete de magdalenas de esas que cuando se meten en el café para mojarla se chupan el café, la leche, el azúcar y parte del dibujillo de la taza, así que decido abrir el paquete arriba y no probarlas para no quedarme sin agua a medio camino.
Empieza la ascensión, ya que a pesar de los ruegos, el conductor dice que con el autocar no sube al Veleta, que si queremos subir, subamos en bici … pos nada, pos parriba

. Suave, tranquilo y sin pausa, vamos ascendiendo por una pendiente ligera, y la falta de oxígeno se ve compensada al respirar no sólo por la nariz y por la boca, sino por todos los orificios por donde puede uno tomar o soltar aire, lo que genera una serie de inconvenientes para los que van justo detrás que les reporta automáticamente un malestar al viciarse el aire que respiran

; ello lleva a que las distancias entre unos y otros se vayan acentuando.
En el grupo en el que iba yo, se encontraba Luis (el viejo) que en un alarde de sinceridad nos dice que tiene el culo hecho polvo

, que le duele mucho

y que va a pararse un poco

, y esa confesión, unido a lo del bigote de antes, ha manchado su imagen haciendo que uno se lo imagine con gorrilla y pantalones de cuero con tirantes en cualquier garito de la carretera

.
En esos pensamientos estaba entretenido cuando me da por mirar para arriba y veo que llegamos a la bifurcación hacia Capileira, así que entramos en zona conocida y afronto la subida con muy buen ánimo, con plato grande

, que paso al mediano en cuatro segundos

, que paso al chico en nueve

y que me quedo sin piñones en doce

, y de esa guisa subo como puedo, como si estuviera pisando uvas hasta la última curva, donde el terreno se pone con más piedras que las almejas de un mercadillo y llego arriba del todo con esa sonrisa de disimulo y acompañado del pitido en el oído que caracteriza toda proeza realizada por gente que se esfuerzan más de lo que deben.
Ya arriba saco la bolsa de magdalenas que debido al cambio de presión se había hinchado como los bolsillos de un político y decido comerme una … inmediatamente se me seca el sudor y desaparecen las lágrimas

, así que como buen cristiano reparto magdalenas a diestro y siniestro entre los que allí se encontraba y era muy curioso ver las caras deformadas de los compañeros intentando con disimulo separarse con la lengua el pedazo de bizcocho pegado en el cielo del paladar, con los ojos muy abiertos y con los pensamientos, supongo yo, puestos en algún que otro familiar por mí muy querido.
Poco a poco, van llegando los compañer@s y nos hacemos las fotos de rigor, donde unos salen feos y otros salimos peor

, pero siempre con buen humor, menos los de las magdalenas que me miraban raro.
Empezamos el descenso y decido que esta vez no voy a caer en la tentación de todos los años de dejarme ir cuesta abajo a toda leche, que tengo ya una edad y suficiente buen criterio como para andar haciendo el imbécil arriesgando en la bajada

, así que en menos de 30 segundos ya iba a más de 50 Km/h a tumba abierta

… yo creo que debe ser tema del Alzheimer o simplemente que me falta un hervor, pero ya no bajé el ritmo hasta que llegué a Órgiva

, junto con Aisac, y con más de 20 minutos de diferencia respecto al grupo perseguidor, y después de dar varias vueltas por el pueblo, subimos de nuevo para encontrar el bus aparcado en una gasolinera, junto a un bar donde nos sentamos para tomar un refrigerio esperando a los demás que fueron llegando poco a poco.
Y nada, cuando estábamos todos reunidos, juntos y revueltos, y después de pasar lista y tras descubrir que faltaba alguno pero que ya había pagado y no importaba mucho dejarlo tirado

, nos pusimos de nuevo en marcha y por el mismo precio nos dimos un viaje de vuelta pasando por Soria, o cerca, para no llegar pronto a casa, no fuese que lo pusieran a uno a limpiar, fregar y planchar al llegar.
Un día magnífico con una compañía estupenda donde conocí gente nueva que no defraudan por su forma de ser y de enfocar la vida, y donde faltaron algunos a los que eché de menos.
Agradecer a los organizadores del evento la posibilidad de poder realizar estas salidas, y en especial a mi buen amigo Falyon que en esta ocasión es el que se lo ha currado más que nadie
Muchas gracias por ser como sois, y nos veremos en la próxima.
Dejo algunas fotos que saqué cuando me acordaba que llevaba cámara. De la bajada va a ser que no.

La gente se lo pasaba bien. Salva oliendo si el café era de Colombia y Don Luis durmiendo la "mona"

Aquí Alberto (biólogo) y una sombra de lo que yo era

Bueno...dos

El hambre no entiende de edad, sexo ni razón social...

Al fondo se ve subiendo a Meconio, Hechicero y Ruzafa, y a ver si alguien me demuestra lo contrario

Aquí se les ve mejor las caras

Juan (Orbea) llamando al Viejo para recordarle lo de la pastilla ...

Menos mal que había poca cobertura, y aun así, tol mundo telefonao ...

Otros se tiraron a la bebida

David (Dalcanta) buscando el billete de 50 euros que le dieron al inicio y que se le había caído

Se ve que lo encontró...

Seguían llegando compañeros ante la atenta mirada de todos

JavierFlo mixionando sobre la bici mientras Rosa miraba discretamente para otro lado ...

Tabarro explicando como se desprecinta una barrita energética

Sé que no, pero pa mí que era Rajoy...

Juanjo (JJmountain) mirando lo que parece el culillo del Viejo con culotte rojo ...

¿EEEEEEHHHNNNNN? ¿Mi culo? Si mi culotte era blanco ...

¿O no? ¿o sí? ... ¿Donde está mi pastilla? ...

Nuestro gran organizador localizando la pastilla donde sea

Mi buen amigo Manolo (Mb@r) tras preguntarle si le gustó la magdalena

Entre tanta y tan mala "ente", lo mejor es controlar la cartera o ponerla a buen recaudo

Alguno pensando en acortar la bajada, pero la pendiente era demasiado grande

Don Carmelo y su Cuñaaaaaaaaao separados por el pilón ... que corra el aire

Arrejuntando el ganao ... que no había manera

Bajando hasta el punto neutralizado

¿Nos vamos?...

Ámonos
Y ya no me acordé más de la cámara.
Mi mujer tiene un físico bárbaro. (Einstein)